jueves, 13 de marzo de 2014

Sintaxis.

Olvido las doctrinas enseñadas en la escuela humana, no importa cual sea la cultura, de donde provenga, de todos lados recibí clases de sumisión y orden, una idea de orden asquerosa, contra natura. Indios, hindis, caucásicos, anglosajones, chinos, japoneses, árabes, judíos y todas sus mezclas y todos los que no nombro por cansancio. Todas las culturas son muerte prematura y sumisión. El único consuelo que me queda al hecho de ser un ser vivo con conciencia, es el renunciamiento. El renunciamiento a mi humanidad. Por desgracia, mi renuncia no puede ser una renuncia física, es algo metafórico pero llevado al terreno de la práctica. Esa es al menos la idea, en este momento.
Me identifico con los animales, con todos, hasta con los carnívoros, aunque yo no consuma carne y mi preferencia real en el mundo de los “salvaje” sean los herbívoros.
Pero vivo con perros y gatos, y no son precisamente herbívoros. De hecho la mayoría de las personas por las que siento amor son consumidoras de carne, y eso no hace que las quiera menos ni nada por el estilo.
Soy, o quiero ser en realidad, un misántropo. Y no elijo al perro como símbolo porque el perro en su naturaleza domesticada ha perdido, mal generalizando a su especie, su innata desconfianza a una especie a grandes rasgos debería parecerles peligrosa. El gato, aún domesticado, en su esencia mantiene la desconfianza como rasgo distintivo, y a la vez, la curiosidad, como una marca casi suicida. Por eso elegí al gato como símbolo, y porque elegí la misantropía como una forma filosófica, es una idea que supongo ya dejé traslucir por todo flanco posible en algún texto. Mi poca simpatía a grandes rasgos por la especie a la que pertenezco, la única que puede expresarse a través de símbolos, como estoy haciendo en este momento y para la posteridad, al menos mientras la era digital se mantenga viva.

Tengo una vida social bastante activa, conozco mucha gente, y también, creo, la mayoría, o al menos los mas cercanos, también mantienen como estado propio una apatía crónica a la masa, por mas snob que suene. A mi no me gusta la gente que me cruzo en el transporte público o en un mercado. Esos que viven pegados a programas de televisión que claramente provocan deficiencias mentales de distinto tenor según el caso en cuestión.
No me caen bien mis tíos por ejemplo, los que quedan vivos, ni los vecinos, ni los amigos de los vecinos, ni los que pertenecen a tal o cual partido político. En definitiva, sin entrar demasiado en detalle, voy a decir que para mí la política solo responde a distintas luchas de egos o egoísmos, llevadas de lo individual a lo colectivo. Y el ego es la materia a destruir, por eso quiero ser un gato, o un león, o un agua viva. Quienes me conocen notaran que me repito en mis argumentos, pero es mi forma natural de mantener una postura.

Creo que al menos considerándome antisocial ya me mantengo saludable en ambas porciones, la física y la mental. No comer animales no hace que mi conciencia esté tranquila tampoco, porque la mayoría lo hace, y ni siquiera considera el sufrimiento y la tortura que conocen como vida los seres destinados a llenar platos de “comida”, tanto en casas de familia, como en restoranes o casas de personas con niveles intelectuales que pueden ser de mi simpatía. Ahí reside mi tristeza, y en el abandono de animales domesticados maltratados ya de por si por vivir en la calle. Me parece horrible el humano en su totalidad porque, al poder fácilmente remediar estas cuestiones, prefiere hacer vista gorda y abandonarse a las comodidades de un horrible sillón de cuero y un inútil televisor de cincuenta mil pulgadas. Esa es la humanidad a la que pertenezco y de la que soy testigo, con la cual peleo, con la que me enojo. Hasta cuando me enojo con mi mismo, probablemente sea porque esté siendo un reflejo del todo.

Me voy por las ramas y olvido que el eje de este relato es mi deseo ferviente e imposible de ser un gato, uno que no se deje domesticar y mantenga distancia con la mano humana, incluso la caritativa, que de una u otra forma siempre sostiene un cuchillo, si no es para atacar, es por las dudas, y el por las dudas siempre es generado por el miedo, y eso lo convierte en algo mas peligroso que el puro deseo de ataque, porque ese es fácilmente reconocible y evitable, mientras que el otro no, es algo súbito, y en los tiempos que corren, ningún humano corriente, o sea cualquiera, se salva de algún grado de locura peligrosa, siempre mas contra terceros que contra sí mismos, y volviendo a mi idea de ser un gato, evitar a los humanos sería evitar a un ser que se cree jerárquicamente superior sólo por poseer la capacidad de acabar con el mundo en un segundo con solo unas decisiones de por medio, porque a la larga, todos los que están en el juego, pertenecen a la estirpe de los que pueden apretar el botón. Es así de simple, desde mi perspectiva quizás algo confusa. Pero es lo que es, y no tengo otra manera de expresarlo. Siendo gato sería más fácil para mi alejarme del ser humano, pero a la vez estaría mas expuesto a su violencia. Ahora mi deseo imposible suma a su dificultad de ser el  pensamiento sobre su conveniencia. Y es un tema puramente relacionado a la supervivencia. Así que no sabría que hacer en caso de poder optar realmente en seguir siendo un ser humano o ser un gato. Estos juegos mentales autoprovocados son mi cura en contra de las enfermedades mentales convencionales en este siglo que vivimos. Probablemente esté desarrollando nuevas patologías, pero no deja de ser mas sano que ser un oficinista alienado preocupado por si su equipo de fútbol puede salir campeón o descender de categoría. Es preferible un infarto por una ingesta desmedida de drogas que uno provocado por una insignificante representación moderna de un circo romano.

Pan y circo, benzodiazepinas. Hasta la modernidad a privado de opio al hombre común, lo que probablemente, en las épocas en las que podía entregarse a su perdición mas fácilmente que ahora, en la calle uno se encontrase gente mas interesante que la de a menudo. Ya dudo de la claridad de mi sintaxis. 

La emotividad del nucleum, pequeño libro de pequeños poemas.

I

Creando un espacio de seguridad,
La novedad exige con fuerza
Enterrar los fantasmas,
Y olvidarse de la edad y el paso del tiempo
La vejez y la enfermedad.
Aferrado a las chispas menos brillantes
Donde se cuecen los procesos del alma
Alejados de grandilocuencias y doblesentidos
La vida misma es una ola que arrasa.
Pero no significa nada en realidad.
Quizás el alma sea una ilusión de magnificencia.
Es muy probable,
Quizás sea
En el mejor de los casos
Una construcción mental colectiva.


II

Todo lo que tenga para decir
Deberé guardarlo
Para no parecer insignificante
Ante los ojos del ser amado
Ser que todo condiciona
Ser que es enjambre
Ser que es la vida misma
Y las perspectivas y los miedos
Que trae aparejada la muerte
Cambian
No son los mismos.


III 

La elasticidad del tiempo es puesta en práctica, para que se fusionen los dos espacios que solemos habitar, el interior y el exterior.
Todo es química y es naturaleza, desde la medicina a la electricidad. Y en eso estamos inmersos en definitiva. Y como parte de todo, es parte de la creación que se genera desde el ser humano.
En los límites de la conciencia se generan las formas que se plasman al mundo exterior en forma de expresión. Y la química y la naturaleza contribuyen al estado donde se generan  esas manifestaciones que rozan la magia.


IV

a sabiendas camino con los ojos cerrados
 a cumplir el designio
 fatal
 que se presenta en forma de eternidad amorosa
 claroscuro del alma,
 abiertas las heridas la sangre fluye
 (si en realidad es sangre)
 en un simulacro de la vida
 un fluido q no es nada
 ni equilibrio
 ni fuga.


V

Entre algunos juegos mentales inocentes
se cocinan los fuegos eternos
que transforman instantes
en eternidades cósmicas
el universo denso y espeso
deja escapar
haces de luz brillante.
se disipa el miedo
cuando lo desconocido se presenta
sin la carga dramática
que genera una mente a la defensiva.


VI

Notaste q era lo mismo caminar y correr
escapar es escapar
y el hecho en si
carece de connotaciones de valor
gobierno de facto del "ni"
soy presa de la confusión ajena
por eso reniego de todos mis reflejos
a punta de pistola sueño
q doy vueltas sostenido por alambres
en una terraza q no es imaginada.


VII

Que esa risa sea lo inevitable,
Que penetre la fragilidad,
Que desvanezca el peligro de lo inminente
Esa seguridad que transmite al momento
de abandonar el estanque
para regresar, siempre.
Si me pierdo por ahí
Escucho
Y me guía
Momentáneamente
A un lugar un poco menos peligroso
Que las elucubraciones de la mente
Después,
Se vuelve a la confusión habitual.


VIII

Un sentido pequeño
Casi muertas ideas en su otoño
Resisten con un arsenal infinito
En salones iluminados
Lo cual produce un efecto
De limpia resistencia

En el orden de esa blancura descansan
Ideas gastadas, ancianas
Resisten e impiden
Que se generen nuevas fronteras
Y el mundo no gira
Se deja estar


IX

Amigado a la idea de un vacío,
De un espacio hueco
En el cual es posible caer
Se adentra a un nuevo mundo
Con lo que significa
La comprensión de una nada nuclear
Compuesta en realidad por muchos todos
Aunque no por eso, sea más significativa
Que cualquier otra realidadobjeto.
La idea de colapso es vieja pero siempre vuelve
Como las ideas de poder y violencia.
Se queman cosas para atraer miradas,
Mientras la tecnología del entretenimiento
Se encarga de desviarlas.
Como contrapunto al vacío
Alguien quiso, y muchos lo siguieron
Crear un mundo lleno de colores y cosas
Pero de colores ficticios, bien alejados
De lo que captan ojo o cerebro.


X

En intermitencia constante
De si mismo parten varios caminos.
El efecto de aturdimiento ha sido una constante
Pero aprendió a convivir con él,
Como con todo lo que vino antes,
Y lo que vino después.
La mancha de aceite
Ha dejado de resbalar
Y el  mundo vuelve a ser áspero
Para todos menos para ella,
Que aprendió a convivir
Con la conflictividad del universo
Desde los comienzos del mismo.
Al menos desde su perspectiva.
Yo trato de atajarla cuando quiere perderse
En la angustia de esos conflictos
Y me da algo de esperanza saber
Que a veces ella ve la luz
Aún cuando soy, y somos,
Incapaces la mayoría de verla.


XI

Escapa  la lava, como un chorro de sangre fugitivo de las fosas nasales. La actividad volcánica hiela la sangre de los testigos, habitantes de la ladera del cerro maldito. El planeta también tiene la potestad de expulsar sus desechos internos, y hace valer su derecho lleno de una furia grácil.
La sorpresa, el temor, el respeto y el dejar ser a la naturaleza son los sentimientos humanos que se dejan ver, englobados en el signo de una desesperación que a la vez es aventura.
La temperatura extrema se asemeja a ciertos momentos de la historia, y así como se vulgarizan las frases, también se vulgariza el espíritu pasado cierto tiempo.
Y el núcleo se parte.


XII

De los lados nace un nuevo ser,
Quizás más sediento de sangre,
Quizás más cerca del estándar
De normalidad.
Las edificaciones religiosas
Ornamentan ciudades pequeñas
Y le dan identidad
Mientras todos nos petrificamos
Incluso
Quienes solo estamos de visita.


XIII

Busco instrucciones para domar esa fiera salvaje,
Y pienso si interferir con su salvajismo es sano, en definitiva
Para las partes en cuestión
Pienso y me desangro mientras pienso
Y mi mente confundida choca una y otra vez consigo misma.


XIV

Como una vuelta a la tierra y a la suciedad,
El núcleo se traslada unos centímetros
Y es suficiente para que revolucione las mareas,
Y cambie el peso de la luna.


XV

La gente es otra y los sentimientos cambian
La lucha entre quién soy, quién era, quién quiero, y quién debo ser
Para los estándares medios y generales,

Generan confusión en mi maltrecho sistema nervioso central.